Creo que cada uno de nosotros tiene sus propios «superpoderes» o fortalezas que nos hacen únicos y especiales. Como padres, queremos transmitir nuestras mejores cualidades y cultivar los superpoderes de nuestros hijos.

He pensado mucho en mis propios superpoderes y en cómo puedo preparar mejor a mis hijos a explorar los suyos.

Nunca fui muy buena en matemáticas. Mi dislexia y la falta de memoria a corto plazo pueden haber tenido algo que ver con eso. Tampoco soy muy útil en ciencia: los teléfonos siguen siendo un misterio para mí (y me refiero a los antiguos, ni hablemos de teléfonos inteligentes). Por lo tanto, mi capacidad para cultivar esas cualidades en mis hijos ha quedado relegada a mi esposo.

Entonces, como emprendedora, profesional creativa y madre latina que quiere ver a sus hijos hacer el bien en este mundo, ¿cuáles podrían ser los superpoderes que podría ayudarles a cultivar?

Aquí están los 5 superpoderes que forman parte de cada rincón de la marca Canticos. Estos son los mismos 5 superpoderes que les inculco a mis hijos. Los comparto con la esperanza de que puedan inspirar los valores que cultivas en tus hijos.

Imaginación y amor por jugar con creatividad. 

Cultiva un amor orgánico por el aprendizaje y la exploración creativa. Si pueden imaginar cosas, pueden construir cosas. Si pueden aprender a proyectar y construir narrativas en torno a esas proyecciones, pueden aprender a comunicarse y ayudar a dar vida a nuevas ideas. Este es el tipo de pensamiento que se valorará en los lugares de trabajo en todas partes y conducirá a una adultez más constructiva y productiva.

Apreciación por las raíces y un segundo idioma.

Con regularidad busco formas de exponer a mis hijos a mi idioma y mi cultura, ¿por qué? Porque el bilingüismo es excelente para sus cerebros. También quiero que mis hijos estén orgullosos de sus raíces y que tengan confianza en su habilidad para navegar entre culturas. Quiero que puedan compartir con sus familiares y formar lazos con otros a través de esta cultura compartida.

Esto los preparará para también conectar con personas de otras comunidades que podrían ser ajenas a la suya, y creará un sentido de apertura que será muy valioso para ellos a largo plazo.

Sentido del humor.

El humor y la inteligencia van de la mano; uno prospera gracias al otro. Pero el humor puede hacer mucho más. La capacidad de reírse de uno mismo o de una situación es de las cosas más saludables que uno puede hacer.

Apreciar el humor en cualquier contexto y reírse de él es una parte crucial del manejo del estrés. También es una maravillosa herramienta de unión para crear amistades duraderas, un rompehielos para cuando las tensiones son altas y un ingrediente crucial para crear una vida agradable. Si puedo enseñarle a mi hijo cómo ser feliz y hacer sonreír a los demás en el camino, habré hecho bien mi trabajo.

Apreciación por la música y el ritmo.

Los expertos hablan sobre el valor de la música y su influencia en la memoria, los patrones, la inteligencia espacial, la actividad social, el pensamiento creativo, etc. Los beneficios parecen infinitos.

Para mí, la música es lógica. Son las matemáticas transformadas en un lenguaje universal que todos entienden. Nos dice de manera abstracta que las cosas tienen una razón de ser, que hay armonía en el mundo y que de alguna manera todo se junta y tiene sentido. La capacidad de crear música ayuda a desarrollar confianza en uno mismo. Y por último, pero no menos importante, la música realmente buena puede levantar el ánimo y transformar el ambiente de cualquier lugar.

Sentido de empatía y calidez.

Si hay un valor que quiero inculcar por encima de todos los demás, es el sentido de generosidad de espíritu. El sentido de que uno debe buscar comprender y empatizar con compañeros de juegos de todos los tamaños, formas, orígenes y culturas. Que los abrazos son buenos y que cuidar de un proyecto, o de una persona, da gratos resultados. Al final del día, todos estamos juntos en este planeta y es crucial que nos cuidemos los unos a los otros lo mejor que podamos.